Blog de VEROHMCC
˂˂¡Mami, bye!˃˃ dijo el pequeño de 5 años disimulando el nerviosismo, y en ese momento sentí que una falla cardiaca me tomaría por sorpresa a mis 38 años.
Encuentro inspiracionales algunas de las publicaciones que hacen mis contactos en redes sociales. Una de ellas, un artículo compartido por una madre de tres hijos, con una nota que decía ¡Con mis hijos ni se metan!
—Mi amor ¿qué haces?— le dije con extrañeza a mi marido al ver que deambulaba por la sala de la casa con un parlante inalámbrico que su jefe le había regalado en horas de la tarde.
Alguna vez leí un artículo que exponía varias razones por las que no se debe obligar a los niños a saludar de beso y abrazo. Entre las que mencionaba decía algo parecido a “porque al obligarlos les estás enseñando que no es autónomo sobre su cuerpo”. Me convencieron los argumentos.
Hace un par de días gozaba de los pocos ratos de ocio que solemos tener las mamás de niños pequeños. Inmersa en el mundo de las redes sociales encontré una frase anónima que decía “Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro es fácil.
“Estoy emocionado” dijo mi hijo de casi cuatro años de edad sentado en la silla del avión.
Una visita programada con anterioridad a Colombia era la causa de ese noble sentimiento. Serían quince días distribuidos entre citas médicas, familia y amigos.